Un hombre lanza a una niña de 18 meses por la ventana tras agredir a la madre de la pequeña

26 enero, 2016

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Madre e hija se encuentran ingresadas en un centro hospitalario

El agresor se ha autolesionado y también ha sido trasladado a un hospital

Vitoria ha amanecido con un gravísimo suceso. Según las primeras informaciones facilitadas por la Ertzaintza, un varón ha arrojado por la ventana a una niña pequeña, de 18 meses, tras haber agredido a la madre de la menor, con la que mantendría o habría mantenido algún tipo de relación, por lo que se maneja la hipótesis de un nuevo caso de violencia de género.

Los sucesos se han producido esta madrugada en la calle de la Libertad de Vitoria, en el centro de la capital vasca. Hasta allí se han dirigido varias dotaciones de la Policía vasca, incluidos varios especialistas de Investigación que durante varias horas han recogido pruebas de lo ocurrido.

Según los primeros datos, el presunto maltratador habría agredido a su pareja o ex pareja, de 18, y acto seguido habría arrojado por la ventana a la hija de ésta. La pequeña sigue con vida tras precipitarse a la calle, pero su estado reviste gravedad y ha sido trasladada a Cruces, en Bizkaia. La madre también ha sido trasladada a un hospital.

El hombre se ha autolesionado después de cometer la agresión por lo que ha sido trasladado también a un centro hospitalario para ser atendido de las heridas. Se trata de D.M., natural de Sevilla y nacido en 1985. Trabajaba circunstancialmente en Vitoria como profesor de música en una conocida institución.

«Pensaba que era un muñeco»

Los hechos han ocurrido en un primer piso. En el lugar de los hechos se puede observar aún el cristal roto del mirador de una vivienda, desde donde habría arrojado a la pequeña. En el suelo hay un charco de sangre y la Policía también ha acordonado dos vehículos aparcados en el lugar.

Quien ha dado la voz de alerta ha sido una vecina del bloque de viviendas frente al cual se han producido los hechos. La mujer, conmocionada, aludía a un forcejeo en la ventana y a que en todo momento pensaba que la menor era en realidad «un muñeco». «Pensaba que era un muñeco, pensaba que era un muñeco», repetía.