El centro de atención a víctimas de violencia de género pionero de España corre peligro de cierre
13/06/2022 | La FAMSD en los MediosFuente: RTVE
Según la teoría del caos formulada por el matemático Edward Norton Lorenz, un acontecimiento cualquiera puede desencadenar una cadena de efectos que desemboque en un suceso completamente inesperado. Es el llamado «efecto mariposa» que en esta ocasión tiene como víctima un centro de atención integral a mujeres víctimas de violencia machista. Y no es un centro cualquiera. Es el centro pionero en España, el que fundó en 1991 la Federación de Mujeres Separadas y Divorciadas y ahora corre riesgo de tener que cerrar sus puertas por falta de financiación.
¿Qué es lo que ha provocado esta situación para un centro alabado a lo largo de décadas por instituciones y expertos y que ha recibido apoyo económico por parte de gobiernos de todos los colores? El aleteo de mariposa que ha provocado el caos es en esta ocasión una sentencia de 2017 del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña que estimaba que sean las Comunidades Autónomas y no el gobierno central quienes gestionen las aportaciones del 0’7% del IRPF a organizaciones no gubernamentales. El pasado mes de julio se llegó a un acuerdo por el que a las administraciones autonómicas les correspondía un 80% de estos fondos y al Estado un 20%. Pero los problemas no se han resuelto en casos como el de este centro, cuya subvención se ha reducido en un 75% este año. Otros recursos se encuentran en la misma situación, como AADAS, una asociación de referencia en Cataluña que afronta un ERTO total tras más de tres décadas atendiendo a mujeres víctimas de agresiones sexuales.
Petición de auxilio
Los primeros meses de este año han sido una pesadilla para la Federación de Mujeres Separadas y Divorciadas y las gestoras del centro, que no podían pagar los sueldos de las empleadas: dos psicólogas, dos educadoras, una abogada, una trabajadora social, una psicopedagoga, dos cocineras, dos gobernantas, dos técnicas administrativas, una secretaria, dos serenas y dos auxiliares de mantenimiento. Tenían incluso dificultades para pagar los alimentos para las 22 mujeres y los 20 menores que en estos momentos acoge el centro.
El ministerio de Asuntos Sociales ha concedido a principios de mayo una ayuda de 260.000 euros al centro, una cantidad que -según las gestoras- les ha permitido pagar esos sueldos, los gastos corrientes como la luz o el agua y los suministros para estos primeros cinco meses del año, pero que es insuficiente y las deja a descubierto a partir de junio. Si no se resuelve el problema, tendrán que cerrar.
“El 71% de las mujeres han conseguido una recuperación integral y no recaen en otra relación de sometimiento“
Por eso han comenzado una campaña para llamar a las administraciones a salvar el centro. Un centro único, como afirma Ana María Pérez del Campo, la presidenta de la federación, una pionera en la lucha de los derechos de las mujeres. Ha escrito una carta abierta en la que describe la historia de este lugar, que presta atención integral a las mujeres y a sus hijos e hijas, para que sean capaces de pasar página en la violencia y se recuperan física y psicológicamente, pero también adquieran una autonomía económica a través de programas de empleo y vivienda que les permita ser independientes. «Es un trabajo difícil y duro al que se enfrentan y que ha dado como resultado un 71% de recuperación integral, es decir, no recaen en ninguna otra relación de sometimiento, ni entran en el peregrinaje de un recurso social tras otro. Han conseguido su autonomía personal, emocional, económica y laboral -las que lo necesitaren», explica Pérez del Campo.
Un laberinto legal
El Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 explica que debido a dicha sentencia judicial sólo puede financiar investigaciones, redes estatales, internacionalización de las entidades, pero que su 20% no llega para sufragar la atención directa en general. Esa subvención para atención social directa corresponde, según la sentencia, a las Comunidades Autónomas.
Fuentes del Ministerio de Derechos Sociales recuerdan que en la última conferencia sectorial de Igualdad ya se aprobó que las Comunidades Autónomas financiasen con fondos del Pacto de Estado a entidades dedicadas a la atención a víctimas. Precisamente -añaden- una de las propuestas en la renovacion del Pacto de Estado contra la Violencia de Género en noviembre del pasado año, era que las entidades feministas con atención a víctimas recibieran un porcentaje de los fondos del Pacto. También desde la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género se destinarán fondos para las entidades que trabajan enfocadas a la sensibilización.
¿Por qué es especial este centro?
Las usuarias de los recursos contra la violencia machista serían las principales perjudicadas de toda esta marejada administrativa y de competencias. «Este es un recurso especial, extraordinario, que se extiende a todo el territorio español. A él se derivan mujeres de cualquier Comunidad Autónoma», explica Ana Balseiro, de la Mujeres Separadas y Divorciadas. Esta transversalidad territorial explica por qué se dirigen principalmente al gobierno central para que siga sosteniendo al centro. Concretamente creen que podría conseguirse si lo declara centro de «emergencia social» y apoyan su propuesta con la misma naturaleza de este recurso. «No es una casa de acogida al uso. Nació con ese concepto integral y la conciencia de que muchas veces poner distancia física entre la mujer y el agresor, el que él no sepa donde está ella, es lo que le puede salvar la vida».
“Muchas veces, poner distancia física entre la mujer y el agresor es lo que le puede salvar la vida“
Además de la atención integral a las mujeres, este centro se ocupa también en los menores, en que se desprendan del impacto de violencia en que han visto inmersas sus vidas. «Nadie nace siendo maltratador». Es una frase que Ana María Pérez del Campo no se cansa de repetir e insiste en que la normalización de la violencia con un padre maltratador y una madre sumisa es un factor fundamental para que el problema se reproduzca una y otra vez, que las hijas de una mujer maltratada caigan a su vez en relaciones tóxicas cuando crecen y que ellos se puedan convertir en agresores machistas.
Ayudar a las víctimas de violencia de género
La situación de las usuarias del centro y sus hijos e hijas es muy delicada. El programa de atención integral prevé 18 meses de estancia para una recuperación total, aunque hay casos que requieren más o menos tiempo. Esta situación de inestabilidad es muy negativa para ellas. «Es muy difícil pasar por un proceso tan duro como recuperarse de una situación de violencia. Si ya es doloroso de por sí, añadir a esa enorme carga emocional la incertidumbre de no saber qué va a pasar contigo o con tus hijos en unas semanas… agrava todavía más su estado», afirma Ana Balseiro.
“Es una situación de inestabilidad muy negativa para ellas“
La Federación de Mujeres Separadas y Divorciadas ha dirigido una petición de ayuda al Ministerio de Asuntos Sociales. Cuentan con el respaldo de la Fiscalía General del Estado a través de la Fiscalía contra la Violencia sobre la Mujer. Han puesto en marcha una campaña de recogida de apoyos para conseguir esa financiación que garantice su futuro y numerosas asociaciones feministas y de lucha contra la violencia de género les han manifestado su solidaridad.