Dos juezas desestimaron las denuncias de Maguette contra las amenazas de su asesino
28/09/2018 | Noticias Víctimas Mortales de la VG- El juzgado denegó la protección y absolvió a su pareja por falta de pruebas
- El Parlamento guarda un minuto de silencio como condena del asesinato
- La joven había pedido ayuda a su médico ante la situación de maltrato: «No logramos protegerla»
- «¿Por qué no se protegió a Maguette si había denunciado?»
El sistema falló con Maguette. Denunció ante la Policía, acudió al juzgado, pidió ayuda a su médico ante la situación de maltrato en la que vivía. Hoy está muerta. Deja a dos niñas pequeñas huérfanas y sus amigos se preguntan «¿por qué no se la protegió?»
Dos juezas desestimaron la petición de ayuda de la joven senegalesa, por la que el Parlamento Vasco ha guardado esta mañana un minuto de silencio, y la presidenta ha leído un comunicado de condena.
Denegaron primero la orden de protección y el consiguiente alejamiento del agresor que ella solicitaba. Poco después absolvieron a su pareja, su presunto asesino, de un delito de amenazas. No había pruebas, argumentaron.
El martes, cuando Maguette apareció degollada presuntamente por su pareja en su domicilio de la calle Ollerías Altas de Bilbao, ninguno de sus vecinos podía creer que ese hombre, «supereducado», decían, hubiera podido matar a su mujer. Ayer, los amigos de la joven concentrados ante el Ayuntamiento de Bilbao para expresar su repulsa por el asesinato mostraban también su estupor ante el suceso. Nadie parecía conocer el infierno que vivía Maguette cuando se cerraba la puerta de su domicilio.
La joven, que tan sólo tenía 25 años, había presentado una denuncia ante la Policía Municipal de Bilbao el pasado 6 de diciembre de 2017, es decir, hace más de 9 meses. Solicitó una orden de protección que fue denegada.
Por entonces, Maguette no convivía con su pareja. El auto judicial recoge que los cónyuges vivían en domicilios diferentes, que la mujer manifestó ante el juez que no quería volver al domicilio familiar, y que ambos señalaron que tenían intención de romper la relación y divorciarse.
La jueza entendió que no había peligro para la mujer y no decretó protección alguna.
Pese a denegar la orden de protección, el Juzgado de Violencia de Género siguió adelante con el procedimiento por delito continuado de amenazas en el ámbito familiar.
Pese a que el fiscal pidió una pena de 11 meses de prisión y la prohibición de acercarse a Maguette a una distancia no inferior a 500 metros durante dos años, tras la vista, en sentencia del 12 d enero de este año, la jueza del juzgado de lo penal absolvió al ahora presunto asesino. Consideró que no había una prueba suficiente que acreditara el delito de amenazas que se le imputaba.
A Maguette le falló el sistema judicial, le falló la denuncia. Volvió con su marido, con el que vivía ahora en el domicilio familiar y hoy está muerta.
También buscó la ayuda de su médico frente a la situación de maltrato que vivía. Tampoco esa ayuda llegó a tiempo. La médico de familia que atendía a Maguette, Monika Fernández, desveló ayer a través de las redes sociales que la mujer había denunciado también en el centro de salud la situación en la que se encontraba y pidió asesoramiento y ayuda.
La doctora mostró su consternación a través de twitter al conocer el asesinato de su paciente y su frustración porque la ayuda no llegara a tiempo para evitar el asesinato.
«Mi paciente ha sido asesinada por su pareja. Cuando he oído la noticia he pensado en ella y he confirmado que si, era ella. Nos pidió ayuda. Ya estaba todo en curso, pero no hemos logrado protegerla. No hemos sido eficaces. No puedo olvidar la última consulta. Llorando de rabia».
Ayer sus amigos, sus conocidos, esos que veían al presunto asesino como un hombre educado y correcto del que nadie esperaba nada así, se preguntaban por qué no se protegió a la víctima tras haber denunciado y clamaban para que todo el peso de la Justicia caiga sobre el asesino.
Ayer, el presunto autor del crimen permanecía en dependencias de la Ertzaintza. Los agentes encontraron en un contenedor de basura de una zona cercana la vivienda el cuchillo con el que presuntamente se asesinó a la joven.
Maguette no tenía familia en Bilbao. Una hermana se ha desplazado desde Francia tras conocer la tragedia. Ahora está por ver cual es el futuro de las dos niñas que tuvieron que permanecer durante varias horas con el cadáver de su madre. De momento están bajo de la tutela de los servicios sociales de Bizkaia.