Drama y consternación en sa Pobla tras conocerse el asesinato de una mujer, Warda Ouchene, y de su hijo de siete años. Guarda estaba embarazada de tres meses y tenía 28 años.

Fuentes próximas a la investigación, a las que ha tenido acceso Ultima Hora, han apuntado desde el primer momento a la ex pareja de la joven como principal sospechoso del doble asesinato; estaban en proceso de separación. Horas después, la Policía Nacional ha detenido al presunto asesino en Palma.

Algunos testigos habían relatado a los investigadores que la última vez que vieron al presunto asesino fue el pasado viernes. Fue cuando éste acudió al dueño de la vivienda donde residían y le solicitó la compra de unos colchones. Al obtener una respuesta negativa, se enfadó y se marchó del lugar.

La fallecida, tiempo atrás, tuvo una orden de seguimiento y protección por violencia de género, pero ya había finalizado, según fuentes de la Guardia Civil. Este programa está pensado para proteger a todas aquellas mujeres y sus hijos una vez que se interponen las correspondientes denuncias. Dicha protección se establece según el grado de riesgo que establecen los profesionales.

Todo apunta a que las víctimas llevaban un día muertas.

Poco después de las 17.30 horas de este lunes saltaban todas las alarmas. La Policía Local de sa Pobla fue requerida para acudir al citado inmueble, ubicado en la calle Santa Catalina Tomás número 31, donde tras saltar por un patio exterior, los agentes localizaron el cuerpo de las víctimas.

Fuente: Diario de Mallorca

La mujer sueca de 52 años que el lunes recibió una brutal paliza a manos de su pareja, un hombre español de 55, en un domicilio de Palma, permanecía ayer en estado crítico en la UCI de Son Espases. La víctima ya había denunciado en 2016 por malos tratos a su agresor, que fue detenido, y tuvo una orden de protección que expiró el pasado mes de septiembre. Posteriormente la pareja reanudó su convivencia.

La agresión ocurrió el pasado lunes sobre las diez de la mañana, en un domicilio de la calle Joan Muntaner i Bujosa, en la barriada de Son Cotoner. La sala del 091 de la Policía recibió una llamada telefónica alertando de que se había producido una grave agresión a una mujer.

Cuando los policías acudieron al lugar encontraron a un hombre en el rellano de la escalera del edificio, que les dijo que había tenido una fuerte discusión con su pareja y que estaba esperando que le devolviera sus cosas para irse.

Sin embargo, al entrar en el domicilio comprobaron que la situación era mucho más grave. La mujer estaba tendida en el suelo, sobre un gran charco de sangre alrededor de su cabeza, y con numerosos hematomas en la cara y el cuerpo.

La víctima estaba siendo atendida por un compañero de piso, que fue quien alertó a la Policía. Este hombre les contó que la mujer y su agresor están casados desde hace siete años y que se habían instalado en su casa hacía apenas cuatro días. Esa noche el hombre había salido y se había llevado el teléfono móvil y cincuenta euros de ella. Cuando regresó la mujer se lo recriminó e iniciaron una fuerte discusión.

Fue entonces cuando el presunto agresor empujó a la víctima y la hizo caer. Una vez en el suelo le propinó bofetadas y puñetazos en la cara.ADVolver a conducir después de tanto tiempo no será fácil, tener un Audi Q3 Sportback, sí.AudiQ3Sportback 280€/mes

Minutos después, la mujer logró incorporarse y se metió en la cocina. El hombre fue tras ella y le propinó una fuerte patada en la cara. La víctima cayó y se golpeó en la cabeza contra el suelo. Quedó tendida boca arriba sangrando profusamente por la cabeza, por lo que el compañero de piso le colocó una toalla alrededor.

En esos primeros momentos la víctima todavía estaba consciente y pudo confirmar a los agentes que había sido su marido quien la había maltratado de forma muy violenta, y que le había pegado una patada en la cara y puñetazos.

La mujer fue trasladada con urgencia al hospital de Son Espases, donde ayer permanecía ingresada en la UCI. Fuentes sanitarias confirmaron que sufría graves lesiones en la cabeza y su estado era crítico.

El presunto agresor, Juan Ignacio B.B., de 55 años, fue inmediatamente detenido. El martes fue conducido a disposición judicial e ingresó en prisión como presunto autor de un delito de lesiones y tentativa de homicidio. El hombre tienen numerosos antecedentes, varios por violencia de género. En 2016 fue arrestado tras ser denunciado por su mujer, y hasta septiembre tuvo en vigor una orden de alejamiento.