Ninguno de los asesinos de género de 2019 había sido denunciado

31 enero, 2019

Ninguno de los cinco asesinos –más presuntamente el de este miércoles, aún no confirmado oficialmente- que acabaron con la vida de su pareja o ex pareja en enero tenía una denuncia previa por violencia de género. Ni las víctimas, ni sus entornos, ni las fuerzas de seguridad, ni los servicios sociales presentaron denuncia contra esos hombres que acabaron matando a mujeres por violencia machista. Aunque un mes es poco en el cómputo de un año, el dato del arranque de 2019 resulta muy gráfico: 0% de denuncias.

A falta de dos casos en investigación (incluido el de este miércoles), los crímenes oficiales son cinco.

El probable sexto ocurrió en Reus (Tarragona). Una mujer apareció prácticamente decapitada en el piso desde el que un varón se había arrojado y que murió horas después, informa Roberto Villarreal.

La relación entre ambos está siendo investigada por los Mossos d’Esquadra, aunque todo apunta a que eran pareja. No eran muy conocidos aún entre su nueva vecindad. A falta de confirmación oficial, se trataría de una pareja chilena y la mujer no habría presentado denuncias previas.

El 3 de enero, Tomás Maestre apuñaló a su noviaRebeca Alexandra Cadete, en Laredo (Cantabria).

El 12 de enero, Federico Sáenz de Tejada acuchilló a su ex parejaLeonor Muñoz, delante de su hijo de 16 años en Fuengirola (Málaga).

El 15 de enero, una mujer de 95 años murió en el hospital por los golpes que su marido, de 94, le había propinado cuatro días antes en la residencia de ancianos de Toreno (León).

El 17 de enero, José Javier Salvador asesinó a puñaladas en Zaragoza a su pareja, Rebeca Santamalia, la abogada que le había defendido 16 años antes por el asesinato de su esposaSusana Maurel.

El 26 de enero, Emilio V. asesinó a golpes de hacha a su mujer, Rosa R., en Dos Hermanas (Sevilla).

El 30 de enero, un hombre degolló a su pareja en Reus (Tarragona).

Rebeca Alexandra era dominicana y tenía 26 años. Leonor, española, 47. La mujer de la residencia, española, 95. Rebeca, española, 48. Rosa, española, 69. Y la víctima de ayer, chilena, 17.

La mayoría de los agresores eran españoles: 66%.

Las víctimas eran de República Dominicana, Málaga, León, Zaragoza, Sevilla y Chile. Cubrían casi todo el arco de edades, desde los 17 años hasta los 95. Y de toda clase social. Pero compartían dos cosas: eran mujeres y ninguna había denunciado.

Frente al discurso oficial e insistente de «mujer, denuncia», la gran mayoría no lo hace: el 70%, según el último gran estudio nacional sobre violencia de género, la Macroencuesta del Ministerio de Igualdad y el CIS en 2015. Meses después, la Secretaría de Estado y la Delegación del Gobierno ahondaron en las «causas de la inhibición de las víctimas a denunciar»: ¿por qué no denuncian?

La mayoría (45%), porque no identifica el problema, «no concede suficiente importancia a la violencia sufrida», algo de lo que los expertos responsabilizan no a la víctima sino a una construcción social que dificulta la identificación de agresiones machistas como tal.

Cuatro de cada 10 (27%), porque tiene miedo: al agresor, a nos ser creídas o a perder a sus hijos.

El 20%, porque siente vergüenza.

Un 1% porque se ve culpable.

Y un 7%, que nunca se cita, porque no quiere perjudicar a su maltratador. «Quieren evitar las repercusiones negativas de una denuncia en el estatus social y laboral del agresor».

Fuente: El Mundo | Rafael J. Álvarez