Mató a su mujer en 2003 y ahora asesina a la abogada que le defendió, con la que tenía una relación
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Una abogada de 47 años ha sido asesinada por heridas de arma blanca en un domicilio en Zaragoza y el presunto autor del crimen, de 50 años, condenado por violencia machista, se ha suicidado en Teruel al arrojarse por el viaducto. La víctima había sido abogada de su presunto asesino en 2003, cuando fue juzgado por matar a tiros a su mujer en La Puebla de Híjar (Teruel).
La letrada, Rebeca Santamalia Cáncer, y su presunto asesino, José Javier Salvador Calvo, mantenían una relación sentimental, según ha confirmado en rueda de prensa la delegada del Gobierno en Aragón, Carmen Sánchez, por lo que se considera un nuevo crimen de violencia machista. Sánchez ha precisado que el entorno familiar de la víctima así lo ha confirmado a los investigadores.
Javier Salvador Calvo fue condenado a 18 años de cárcel y actualmente estaba en libertad condicional, concedida en enero de 2017 por el juez de vigilancia penitenciaria de Zaragoza, al haber cumplido las tres cuartas partes de la pena. El cumplimiento íntegro de la condena finalizaba en junio de 2021.
Mató a su mujer de nueve disparos
El cadáver ha sido localizado alrededor de las 4.00 horas de esta madrugada en una vivienda de la calle Pradilla de la capital aragonesa, en la que residía el supuesto asesino. El cadáver de éste había sido localizado antes, en torno a la medianoche, en Teruel, desde cuyo viaducto se había lanzado al vacío.
José Javier Salvador Calvo fue condenado a 18 años de cárcel por el asesinato de su esposa, Patricia Maurel, a la que el 22 de mayo de 2003 mató de nueve disparos efectuados con una carabina, en la Puebla de Híjar, a cuya Alcaldía optaba la víctima por el PP.
La sentencia de la Audiencia de Teruel le impuso además indemnizaciones por valor de 120.000 euros a cada uno de sus tres hijos, entonces menores de edad, aunque reconoció como atenuante su confesión ante la Policía.
Un jurado popular, de manera unánime, consideró que el entonces condenado actuó sin que su mujer, de 29 años, pudiera defenderse. El asesinato de Patricia Maurel se produjo unos días antes de la celebración de las elecciones municipales de 2003, a las que ella concurría como cabeza de lista por el PP.
Salvador Calvo, que en aquel momento era constructor, se entregó voluntariamente a la Policía y confesó ser el autor del crimen. Tras quedar en libertad condicional en enero de 2017, se había instalado en Zaragoza, donde regentaba una pequeña empresa de construcción.
Llamada del marido al 091
Según el relato ofrecido por la delegada del Gobierno en Aragón, el marido de Rebeca Santamalia llamó a la Sala del 091 de la Jefatura Superior de Policía de Aragón a las 21:00 horas del jueves «preocupado porque su mujer no había llegado a casa».
La Policía habló luego con el entorno de la víctima y la investigación se centró en José Javier Salvador y se dirigieron a su piso de la calle de Francisco Pradilla de Zaragoza.
Al no contestar a la llamada ni por teléfono, la Policía consiguió hablar con su hermana «y ésta, acompañada por efectivos del Cuerpo Nacional de Policía, sobre las 4.00 o 4.30 horas aproximadamente acceden al domicilio, donde encuentran a la víctima muerta con evidentes signos de violencia por arma blanca».
Paralelamente, en torno a la medianoche, una patrulla de la Policía Nacional avistaba a un hombre que caminaba por el viaducto nuevo de la ciudad de Teruel, quien, al verles, echó a correr, arrojándose por el puente.
Llevaba una gran cantidad de dinero encima y, aunque no portaba documentación alguna, los agentes le han identificado por las huellas, determinando que se trataba de José Javier Salvador Calvo.
Rebeca Santamalia nació el 21 de agosto de 1971 y era miembro del Colegio de Abogados de Zaragoza, donde coordinó el Servicio de Orientación Penitenciaria entre 2010 y 2012. Deja un hijo.
«Estamos consternados»
La delegada del Gobierno en Aragón ha pedido unidad política y social para acabar con la violencia de género. «Estamos consternados. Lo único que pido desde aquí es unidad a todos los partidos políticos y a la sociedad. No voy a hacer un llamamiento a las mujeres a las concentraciones, que doy por hecho que van a estar, hago un llamamiento a los hombres demócratas que se unan a estas concentraciones porque solo juntos vamos a ser capaces de mandar un mensaje y de acabar con esto», ha manifestado Sánchez.
Ha incidido en la necesidad de trabajar en la educación para combatir la violencia contra las mujeres: «Está claro que si no trabajamos en la educación, no vamos a acabar con esto nunca, pese al dinero que se esté poniendo. Este año se ha aumentado en 20 millones el pacto contra la violencia de género, pero si no cambiamos la educación, será difícil poder acabar con esta lacra».
Fuente: El Mundo | Javier Ortega