Las españolas «están dando un ejemplo de tenacidad», según una feminista pionera
Pionera del feminismo en España, Ana María Pérez del Campo Noriega estima a sus 82 años que las feministas españolas «están dando un ejemplo de tenacidad».
PREGUNTA: ¿Por qué renunciar a la vida de «una señora como Dios manda» para convertirse en feminista?
RESPUESTA: Durante la dictadura de Franco (1939-1975), estaba asignada a acatar las normas recibidas: había tenido una infancia aristocrática, como nieta de un marqués, en una familia muy conservadora. Pero tenía 21 años cuando me casé en la iglesia en 1956 y 25 cuando decidí separarme de mi marido, embarazada de mi tercer hijo. No existía el divorcio: Franco había cedido a la Iglesia los poderes exclusivos de separar. En 1974 creamos la asociación española de mujeres separadas y después hicimos una larga campaña en pro del divorcio (legalizado en 1981).
«La mujer obedece al marido»: estaba escrito en el código civil. ¡La negación del deber conyugal era una causa de separación en tu contra en el derecho canónico: tenías que acostarte con tu marido, quisieras o no! La patria potestad sobre los niños menores solo la tenía el padre. Era el marido el administrador de todo el dinero, incluso el que su mujer tenía antes de casarse. Una española no podía abrir una cuenta corriente sin permiso del marido hasta 1975.
P: ¿Por qué creó, en 1991, un centro pionero para mujeres maltratadas?
R: El primer paso para alcanzar la igualdad es acabar con la violencia de los hombres contra las mujeres. Ahora mismo sigue pasando (975 mujeres asesinadas en España entre 2003 y 2018 por su pareja o expareja) y esto me duele sinceramente. Hubo el escándalo de ‘La manada’: cinco tíos abusando de una mujer, en la parte de atrás de un portal y dicen el año pasado que eso no es una violación (el tribunal entendió que no se probó violencia o intimidación). Y ahora vemos que hay otras ‘manadas’… La ley contra la violencia de género de 2004 está muy bien pero no es aplicable si los policías y los jueces no tienen formación en lo que es esta violencia.
P: ¿Cómo ve la nueva oleada de feminismo español?
R: Las feministas españolas están dando un ejemplo de tenacidad porque la igualdad real no llega. Ahora me duele que el papa acabe de comparar el feminismo con un ‘machismo con falda’. El feminismo nunca ha dicho que el arma contundente es pegar, maltratar, ejercer la violencia. Las feministas lo que han querido es algo que los hombres no quieren: compartir el poder. ¡La revolución de las mujeres está todavía por llegar! Pero se podría hacer un nuevo tipo de huelga: si todas dijeran ‘vamos a estar un año sin parir’, tendríamos a todos los presidentes de rodillas, llamando al diálogo.
Fuente: EcoDiario El Economista