La lucha por el indulto de una mujer maltratada

20 febrero, 2015

La condenada, María Salmerón, en Sevilla. / PACO PUENTES

María Salmerón, víctima de violencia machista, podría pasar seis meses en prisión por incumplir el régimen de visitas en el que su hija se debía encontrar con el padre, condenado por maltrato. Ella fue penada previamente por este mismo delito de incumplimiento, por lo que ya cuenta con antecedentes. Ahora está pendiente de conseguir un indulto que le libre de la cárcel a la que debió entrar el pasado 6 de febrero, pero, tras presentar un recurso, se mantiene suspendido su ingreso.

Salmerón ha llevado este jueves su caso al Congreso de los Diputados, donde el grupo socialista, entre otras acciones, va a promover un encuentro entre la víctima y el ministro, Rafael Catalá, para conseguir el indulto. “Haremos que el ministro escuche su relato, en términos sociales este caso es intolerable”, ha declaradoÁngeles Álvarez, diputada socialista que ya se ha visto con el Consejo General del Poder Judicial y que se encargará de acompañarla en el proceso junto a Carmen Montón, portavoz socialista de Igualdad. “Hay que pedir sensibilidad al Gobierno, hemos visto en esto un caso paradigmático, ya nos han llegado otros parecidos”, asegura Álvarez.

María Salmerón pensó que, separándose de su marido, en el año 2000, apenas unos meses después de casarse y de tener a su hija, podría evitar el maltrato y el sufrimiento con el que vivía. Sin embargo, lleva 15 años de peregrinaje judicial por el que ha estado vinculada a su exmarido de forma permanente. “Es un caso de acoso querulante”, considera Álvarez. Salmerón cuenta que, de septiembre de 2009 a marzo de 2011, perdió la custodia de su hija por incumplimiento del régimen de visitas, y la menor fue entregada al marido, condenado por maltrato por el Tribunal Supremo a 21 meses de cárcel, según asegura la defensa de Salmerón.

Salmerón insiste, no obstante, en que ella no incumplió el régimen, sino que obedeció a la voluntad de su hija. “Yo la llevaba a ver a su padre, pero ella no quería, no entraba, se negaba”.