Cartas a los grupos municipales contra el silencio institucional de Madrid ante la violencia machista
FUENTE: EL PAÍS / Isabel Valdés
En 14 años, ninguno de los partidos que formaban parte del Ayuntamiento de Madrid había cuestionado posicionarse contra la violencia machista. Tampoco en la Asamblea de la Comunidad. Desde 2005, todos los grupos políticos habían firmado una declaración institucional para el 25 de noviembre, Día internacional contra esta lacra cuyas cifras oficiales ascienden a 1.027 mujeres desde 2003, 51 en este 2019; 107 de ellas fueron asesinadas en Madrid, seis en lo que va de año. Este será el primero que ambas instituciones no la tengan. La entrada de Vox en el Gobierno regional y en el municipal ha bloqueado cualquier posibilidad. Este jueves, empleadas y empleados del consistorio han enviado dos cartas al Ayuntamiento exigiendo a los grupos municipales una postura firme en este ámbito. Una firmada por quienes trabajan en el ámbito de la atención a las víctimas de la violencia machista, y la promoción de la igualdad de género, la diversidad y la transversalidad y otra de las coordinadoras de los Centros y Servicios de la Red Especializada de atención integral a víctimas de violencia machista.
Reclaman «que, en el ejercicio de su responsabilidad política, condenen de manera unánime y consensuada la violencia de género y se comprometan públicamente, en cumplimiento de la normativa nacional e internacional, a trabajar por la prevención y erradicación de dicha violencia», dice la primera de las cartas, del personal del área de violencia machista. Y recuerdan que esta fecha se celebra desde hace más de 15 años y que siempre ha sido «un día de gran consenso entre los grupos políticos de cualquier signo y eso es lo que se ha representado y expresado a través de las declaraciones institucionales que se aprobaban en el Pleno y se leían en cada acto institucional del 25 de noviembre». Un acto simbólico, apuntan, «de compromiso público y de apoyo y reparación a víctimas y supervivientes».
Algo que choca de frente con el discurso negacionista de Vox, el partido de ultraderecha que facilitó el gobierno del Partido Popular y Ciudadanos tanto en la Comunidad como en la capital. Y a eso aluden también en la misiva: «Solicitamos a los grupos políticos del Ayuntamiento de Madrid que se signifiquen y se sitúen del lado de las víctimas y no de quienes cuestionan su existencia y sus derechos. Negar a día de hoy que la desigualdad entre mujeres y hombres es un problema estructural que implica un grave retroceso en los logros en materia de derechos y libertades de las mujeres, conseguidos gracias al movimiento feminista, al impulso de las políticas públicas, a la implicación de las organizaciones de la sociedad civil y al respaldo, cada vez mayor, de la ciudadanía madrileña».
Madrid, desde hace algo más de dos años, se ha convertido en epicentro del movimiento feminista. Uno de impacto mundial desde el 8-M de 2017. Este pasado marzo, las cifras oficiales fueron de hasta 375.000 manifestantes en Madrid, el doble que el año anterior según Delegación del Gobierno. La Gran Vía, la Puerta del Sol, la calle Alcalá, San Bernardo… Mujeres y hombres han atestado las calles madrileñas cada vez con más participación: para reclamar cambios judiciales en torno a las víctimas de violencia sexual, para pedir el fin de la violencia machista, para celebrar el Día de la Mujer o para condenar asesinatos. También, en enero de este año, contra el discurso machista de Vox, en aquella ocasión, las concentraciones y manifestaciones se extendieron a varias ciudades españolas. Sin embargo, ese crecimiento de una conciencia igualitaria sucede a la vez que resurgen ideas como las de Vox, un partido que niega la violencia de género, que quiere derogar las leyes contra esta lacra social y que pide información sobre los trabajadores y trabajadoras de este ámbito porque, según apuntaron en el pleno de este mismo jueves, «no tienen solvencia».
Ante esto, el personal del Ayuntamiento asegura estar preocupado porque «invisibilizar y minimizar las violencias contra las mujeres tiene graves consecuencias para sus vidas y las de sus hijas e hijos (que también son reconocidas por ley como víctimas directas de la violencia de género) y para la igualdad real entre mujeres y hombres». La Ley Integral contra la Violencia de Género de 2004 ya recogía estos principios como una prioridad pública. Ahora, escriben, debería ser igual «para un equipo de gobierno que reconoce los Derechos Humanos».
Hacen un llamamiento urgente porque entienden que este problema de salud pública, como lo define la Organización Mundial de la Salud, no desaparecerá «sin el compromiso y una fuerte alianza de toda la estructura social: la clase política, la Administración, los medios de comunicación y, por supuesto, toda la ciudadanía». Y exigen a todos los grupos de la corporación municipal que el próximo lunes «consensúen y hagan pública una condena unánime a la violencia machista. Eso supondrá seguir defendiendo los derechos de todas las mujeres de Madrid (especialmente de las más vulnerables) y el reconocimiento a las víctimas y a las supervivientes que sufren o han sufrido violencia machista».
En la carta firmada por las trabajadoras de los centros de atención a víctimas, que secunda el otro texto, se preguntan además cómo puede no caber consenso a la hora de condenar que los derechos humanos sean vulnerados. Y concluyen: «No posicionarse, no condenar la violencia contra las mujeres a través de una declaración institucional es por omisión violencia simbólica».