Así son las personas en riesgo de pobreza en España: mujeres españolas con estudios, trabajo e hijos

6 noviembre, 2018
Manifestación celebrada en 2016 en contra de la pobreza energética. ÁNGEL NAVARRETE
  • El 30% tiene un empleo y hay 1,7 millones con titulación superior, según el informe de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza
  • Por primera vez desde 2011, el riesgo de pobreza y exclusión social de las mujeres supera al de los hombres

Mujer joven, educada, con hijos y de nacionalidad española. Éste es el perfil de las personas en riesgo de pobreza en España. No son ni inmigrantes ni hombres mayores que no tienen a nadie que se haga cargo de ellos. El informe anual que la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social ha presentado este martes en el Senado, ante un grupo de diputados y senadores, desmonta tópicos sobre un fenómeno que afecta al 26,6% de la población y que ha mejorado en los últimos años, aunque se ha agravado en su vertiente más extrema y en los colectivos más vulnerables.

El estudio, realizado a partir de los datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE) y Eurostat, señala que sólo una de cada cinco personas en riesgo de pobreza es extranjera; el 40% tiene menos de 29 años, y el 70% ha cursado estudios de Secundaria o de Educación Superior. Hay 1,7 millones de pobres con titulación superior. El mercado laboral ha dejado de servir de escudo protector porque el 30% de las personas en esta situación tiene un empleo (precario).

 Además, la pobreza es predominantemente femenina. Por primera vez desde 2011, las tasas de las mujeres superan a las de los hombres. Son 6,4 millones de mujeres (el 27%) en riesgo de pobreza y exclusión social frente a 5,9 millones de hombres contabilizados en 2017.

La red habla de una «masculinización de la recuperación económica». «Lo que ha pasado durante la crisis es que la población masculina que trabajaba en la construcción se quedó fuera del mercado laboral y se empobreció», explica el sociólogo Juan Carlos Llano, autor del informe. «Ahora han mejorado los indicadores masculinos, pero los de las mujeres, que siempre han sido muy altos, no se han recuperado».

La mitad de los hogares monoparentales, en riesgo

El informe sostiene, por tanto, que se ha producido una «recuperación asimétrica» en la que las mujeres están saliendo más perjudicadas. Una de cada dos personas que viven en hogares monoparentales está en riesgo de pobreza o exclusión social y se da la circunstancia de que el 83% de estos hogares está a cargo de una mujer. Además, «las personas con hijos tienen mayor vulnerabilidad que las que no los tienen», añade Llano, que resalta que «es más difícil» para una mujer encontrar trabajo (la tasa de paro es del 19% frente al 15% de los hombres) y, cuando lo encuentra, «tiene peores condiciones» (el salario por hora es un 11% inferior en la jornada completa y un 15% más bajo en la jornada partida.

Otro dato más: la diferencia en la cuantía de las pensiones ha provocado que la tasa Arope se haya triplicado entre las mujeres mayores mientras que sólo se haya incrementado un 5,5% entre los hombres. «Las pensiones no ayudan a sacar de la pobreza a mucha gente mayor, sobre todo a las viudas. Hay un 30% de estas prestaciones cuyo importe está por debajo del umbral de la pobreza», señala Llano.

A pesar de que la mayoría de los datos apuntan a una recuperación, «hay un empeoramiento de las condiciones de vida de los colectivos más vulnerables, como las personas con discapacidad, y en la evolución de las desigualdades basadas en género y edad», recalca el sociólogo. Por ejemplo, han aumentado las personas mayores de 65 años en situación de pobreza y exclusión social o en riesgo de sufrirlo. En otras palabras, «hay menos pobres pero los pobres son más pobres que antes».