Muere la mujer apuñalada por su ex pareja en Zaragoza

Todos lamentan y critican que hayan fallado las medidas de protección y el sistema de valoración de los riesgos. Pero lo cierto es que Alexandra Rodica Surca, de 22 años, ha fallecido este lunes a causa de las heridas que su ex marido le ocasionó el domingo con un arma blanca mientras acudía al punto de encuentro familiar para cumplir con el horario de visitas del hijo de ambos, de cinco años.

Algo falló porque sobre él pesaba una orden de alejamiento, ella le había denunciado en varias ocasiones por malos tratos y había acudido en demanda de ayuda al Instituto Aragonés de la Mujer y a la Casa de la Mujer de Zaragoza, que realizaban un seguimiento integral de la situación de Alexandra.

Según la directora del Instituto de la Mujer, Natalia Salvo, la joven «había hecho uso» de los servicios que ofrece dicho organismo: había pedido ayuda, denunció los malos tratos, se acogió a la red de alojamientos alternativos. Pero algo falló.

«El juez dictaminó que [la entrega del niño]fuera en un punto de encuentro sin supervisión [es decir, ella se encontraba sola] y sin pernocta, es decir, que el menor no dormía con el agresor el sábado por la noche» y la entrega se realizaba tanto el sábado como el domingo.

Cuando la madre acudió a recoger al niño, él la abordó con un cuchillo y la hirió gravemente en el cuello y el abdomen. Fue operada en dos ocasiones pero no pudo superar su estado crítico y falleció en el Hospital Clínico de Zaragoza.

Mientras, su presunto agresor, Cristinel Lionel Surca, de 28 años, se autolesionó y se clavó un cuchillo en la cabeza. Continúa ingresado en la UCI del hospital Miguel Servet estable dentro de la gravedad y custodiado por la Policía. También tuvo que ser operado en dos ocasiones, por una lesión en la garganta y para extraer el cuchillo que se clavó en la cabeza.

Sobre él pesaban varias denuncias por malos tratos. Este lunes estaba previsto un juicio por coacciones. Cristinel se enfrentaba a un año de prisión que solicitaba la Fiscalía por amenazarla y agarrarla fuertemente del brazo en las urgencias del hospital Infantil de Zaragoza, ya que, al parecer, le reprochaba que no le hubiera dado la tarjeta sanitaria del hijo.

Las declaraciones y las muestras de repulsa se sucedieron este lunes tras la muerte de Alexandra, la tercera víctima por violencia machista en Zaragoza en lo que va de año y la 24 en toda España.

La coordinadora de organizaciones feministas ha convocado para este martes concentraciones frente a todas las instituciones aragonesas y el Ayuntamiento de Zaragoza ha decretado dos días de luto oficial.

Antonio Muñoz, coordinador del Servicio de Atención a la Mujer del Colegio de Abogados de Zaragoza, pidió «una mejor valoración» por parte de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado de los riesgos que tienen las víctimas que han interpuesto una denuncia.

Reclamó mayor dotación presupuestaria y de personal para poder hacer una mejor valoración de los riesgos.

Hizo hincapié en que la agresión a Alexandra se produjo un día antes del juicio contra el hombre por presuntas agresiones a su pareja. Según el abogado, esto evidencia que hay un «déficit» y «algo falla» en el sistema de valoración de riesgos y de implementación de las medidas de protección.

Añadió que «estamos clamando que se implante» en Aragón una Unidad de Valoración Integral del Riesgo, como ya hay en otras comunidades, de la que formen parte policías, forenses, psicólogos, psiquiatras y trabajadores sociales, que permita determinar mejor una situación de riesgo.

El sistema de valoración de riesgos «tiene muchos déficit» y no se puede «dejar en manos de un sistema informático» la asignación de protección a la víctima, según Muñoz, quien exigió la presencia de «elementos humanos» y que se analice caso a caso.

Recordó que es el juez quien, si lo considera oportuno, puede restringir o eliminar las visitas, aunque reconoció que las cuestiones familiares son «muy delicadas» y que no puede haber una «regla exacta» para todos los casos.

El decano del Colegio de Abogados de Zaragoza, Antonio Morán, pidió a las víctimas de violencia de género que no bajen la guardia y que adviertan de cualquier situación de riesgo.

Por su parte, la concejala de Cultura e Inclusión del Ayuntamiento de Zaragoza, Arantxa Gracia, además de pedir que «se alce la voz» contra los crimines machistas y que se cambie la ley, se preguntaba: «¿Cómo pueden decirle a una mujer, que lleva años sufriendo malos tratos físicos y psíquicos, que tiene que dejar a sus hijos con el agresor durante un fin de semana? ¿Qué clase de ley es esta?»