La RECAV (Red Estatal contra el Alquiler de Vientres) mantiene la concentración contra la Feria de alquiler de vientres

La Red Estatal contra el Alquiler de Vientres (RECAV) plataforma que suma  a más de 100 organización de todo el Estado y que pretende articular la respuesta de oposición a una posible legalización de la explotación reproductiva del cuerpo de las mujeres en España  tenía convocada una concentración para el sábado 6 de mayo a las puertas del Hotel que acogía la Feria de alquiler de vientres que promociona Surrofair y en la que más de 20 expositores promocionaran una práctica que es ilegal en España

Tras anunciar la  convocatoria  de esta concentración el  Hotel que había reservado la empresa promotora de la Feria (Surrofair ), declino acoger dicho evento. Tras la renuncia del citado Hotel los feriantes han anunciado que no suspenderán el evento y que lo celebrarán en el HOTEL WEARE CHAMARTÍN de Madrid, el 6 y 7 de mayo de 2017.

Ante el cambio de ubicación la RECAV  ha procedido a realizar todos los cambios necesarios para una nueva convocatoria que tendrá lugar el próximo 6 de mayo, a las puertas del Hotel Weare Chamartín sito en la C/ Agustín de Foxá s/n, a las 12:00 horas.

NO SOMOS VASIJAS

Las personas que suscriben este manifiesto muestran su preocupación ante los variados pronunciamientos a favor de la regulación de la maternidad subrogada, o la práctica de alquilar vientres de mujeres en favor de terceros. Para que los partidos políticos y los gobiernos, nacional y autonómicos, estén alerta y no se dejen engañar por campañas mediáticas, a todas luces parciales, deben tener presente que el deseo de paternidad/maternidad, nunca puede sustituir o violar los derechos que asisten a las mujeres y los y las menores.  El deseo de ser padres-madres y el ejercicio de la libertad no implica ningún derecho a tener hijos. Por ello mostramos nuestro absoluto rechazo a la utilización de los vientres de las mujeres con fines de gestación para otros/as que se fundamenta en las siguientes razones:

  • Porque abogamos por el derecho a decidir de las mujeres en materia de derechos sexuales y reproductivos. La maternidad por sustitución niega a las mujeres gestantes el derecho a decidir durante el proceso de embarazo y en la posterior toma de decisiones relativas a la crianza, cuidado y educación del menor o la menor.
  • Porque elegir es preferir entre una serie de opciones vitales.  La elección va acompañada, a su vez, de la capacidad de alterar, modificar o variar el objeto de nuestras preferencias. La maternidad subrogada no solo impide a las mujeres la capacidad de elección, sino que además contempla medidas punitivas si se alteran las condiciones del contrato.
  • Porque la llamada “maternidad subrogada” se inscribe en el tipo de prácticas que implican el control sexual de las mujeres: Así en las sociedades tradicionales, los matrimonios concertados o la compra por dote, son las tí­picas formas en que se ejerce el control sexual de las mujeres, en las sociedades modernas, la prohibición del aborto, la regulación de la prostitución y la maternidad subrogada son sus más contundentes expresiones.
  • Porque alquilar el vientre de una mujer no se puede catalogar  como “técnica de reproducción humana asistida”. Las mujeres no son máquinas reproductoras que fabrican hijos en interés de los criadores. Es, por el contrario, un evidente ejemplo de “violencia obstétrica”extrema.
  • Porque el “altruismo y generosidad” de unas pocas, no evita  la mercantilización, el tráfico y las granjas de mujeres comprándose embarazos a la carta. La recurrencia argumentativa al altruismo y generosidad de las mujeres gestantes, para validar la regularización de los vientres de alquiler, refuerza la arraigada definición de las mujeres, propia de las creencias religiosas, como “seres para otros” cuyo horizonte vital es el “servicio”, dándose a los otros. Lo cierto es que la supuesta “generosidad”, “altruismo”y”consentimiento” de unas pocas solo sirve de parapeto argumentativo para esconder el tráfico de úteros y la compra de bebés estandarizados según precio.
  • Porque cuando la maternidad subrogada”altruista” se legaliza se incrementa también la comercial. Ningún tipo de regulación puede garantizar que no habrá dinero o sobornos implicados en el proceso. Ninguna legalización puede controlar la presión ejercida sobre la mujer gestante y la distinta relación de poder entre compradores y mujeres alquiladas.
  • Porque no aceptamos la lógica neoliberal que quiere introducir en el mercado a “los vientres de alquiler”, ya que se sirve de la desigualdad estructural de las mujeres para convertir esta práctica en nicho de negocio que expone a las mujeres al tráfico reproductivo.
  • Porque las mujeres no se pueden alquilar o comprar de manera total o parcial.  La llamada “maternidad subrogada” tampoco se puede inscribir, como algunos pretenden, en el marco de una “economía y consumo colaborativo”: la pretendida “relación colaborativa” esconde el “consumo patriarcal” por el cual  las mujeres se pueden alquilar o comprar de manera total o parcial.
  • Porque nos mostramos radicalmente en contra de la utilización de eufemismos, para dulcificar o idealizar un negocio de compra-venta de bebés mediante alquiler temporal del vientre de una mujer, viva en la dorada California o hacinada en un barrio de la India. Así­ es que nos afirmamos en llamar a las cosas por su nombre, no se puede ni se debe describir como “gestación subrogada” un hecho social que cosifica el cuerpo de las mujeres y mercantiliza el deseo de ser padres-madres.
  • Porque la perspectiva de los Derechos Humanos, supone rechazar la idea de que las mujeres sean usadas como “contenedoras”  y sus capacidades reproductivas sean compradas. El derecho a la integridad del cuerpo no puede quedar sujeto a ningún tipo de contrato.

STOP SURROGACY NOW

Somos mujeres y hombres de diversos orígenes étnicos, religiosos, culturales y socioeconómicos de todas las regiones del mundo.

Nos unimos para expresar nuestra preocupación compartida por las mujeres y los niños que son objeto de explotacións a través de acuerdos por contrato para subrogar embarazos.   Afirmamos el profundo anhelo que muchos tienen que ser padres/madres. Sin embargo, como a la mayoría de los deseos, hay que poner límites. Los derechos humanos proporcionan la linea fundamental para la identificación de cuáles deben ser esos límites. Creemos que se debe parar  la subrogación porque es un abuso de las mujeres y los derechos humanos de los niños/as.   La Subrogación a menudo depende de la explotación de las mujeres más pobres. En muchos casos, son los pobres los que tienen que vender y los ricos que pueden permitirse comprar. Estas transacciones desiguales resultan en el consentimiento informado que se hace no obstante bajo pago o coacción emocional .   El proceso médico para la subrogación implica riesgos para la madre  gestante y  para las mujeres jóvenes que venden sus ovulos . Los riesgos para las mujeres incluyen el síndrome de ovario Hyper estimulación (SHO), torsión ovárica, quistes ováricos, dolor pélvico crónico, menopausia prematura, pérdida de la fertilidad, cáncer del aparato reproductor, coágulos de sangre, enfermedad renal, accidente cerebrovascular, y, en algunos casos, la muerte. Las mujeres que quedan embarazadas con óvulos de otra mujer están en mayor riesgo de preeclampsia y la hipertensión arterial. Los niños nacidos de tecnologías de reproducción asistida, que se emplean habitualmente en la maternidad de alquiler, también se enfrentan a riesgos conocidos para la salud que incluyen: parto prematuro, muerte fetal, bajo peso al nacer, anomalías fetales, y la presión arterial más alta.   Un embarazo sustituto rompe intencionadamente la unión materna natural que tiene lugar en el embarazo-un enlace que los profesionales médicos animan consistente y promueven. El vínculo biológico entre madre e hijo es sin lugar a dudas íntimo, y cuando es cortado tiene repercusiones duraderas sentidas por ambos. En los lugares donde está legalizada la practica del alquiler de madres, se institucionalizan estos  potenciales daños . Creemos que la práctica de la subrogación comercial es indistinguible de la compra y venta de niños. Incluso cuando no es comercial (es decir, sin pagar o “altruistas”), cualquier práctica que somete a las mujeres y los niños a este tipo de riesgos debe ser prohibida. Nadie tiene derecho a un niño, ya sean heterosexuales, homosexuales, o solo por elección.   Estamos juntos pidiendo a los gobiernos nacionales del mundo y líderes de la comunidad internacional  trabajar juntos para poner fin a esta práctica y parar la Subrogación ahora.