La Guardia Civil da por esclarecido un crimen machista ocurrido hace 9 años en Alhaurín de la Torre

15 febrero, 2018

La jueza ha enviado a prisión al sospechoso, que entonces era la pareja sentimental de la víctima, investigado por un delito de asesinato

El crimen de María José Calvo Fernández conmocionó a la barriada Peñón de Zapata, situada en Alhaurín de la Torre. Allí vivía y allí fue encontrado su cadáver en abril de 2009. Ahora, la Guardia Civil da por esclarecido el caso y asegura que su pareja sentimental de entonces es el presunto responsable de su muerte.

María José desapareció el 12 de marzo de ese año. Se le perdió la pista en su vivienda hasta que fue localizado el cadáver a escasos metros de la casa, oculto entre varios vehículos estacionados en las instalaciones de un parking de coches de alquiler. La autopsia apuntó desde un primer momento a una muerte violenta, arrojando como causa de la misma unafractura craneal propiciada por un fuerte golpe en la cabeza.

Las pesquisas realizadas en un primer momento por la Guardia Civil no dieron sus frutos y el caso quedó archivado al no conocerse autor del crimen, según explica el letrado que representa a la familia de la fallecida, José Lorenzo Segovia, que lleva el asunto junto a Miguel Ángel Ortiz Ortega, ambos del despacho Abogados Lorenzo Segovia y Asociados.

La investigación volvió a reabrirse hace justo un año, después de que los hermanos y la hija de la víctima se personaran en la Comandancia de la Benemérita para manifestar que, tras el crimen, no se había localizado una gargantilla de oro con una piedra de María José, así como su teléfono móvil y las llaves de la vivienda.

A raíz de ello, los guardias civiles elaboraron un informe en el que se concluye que se trata de un supuesto caso de violencia de género y que el que era pareja sentimental de María José es el presunto culpable de los hechos. En una primera parte de su informe, los agentes inciden en lo que consideran una relación de pareja y afirman que la víctima mantuvo con el sospechoso una relación sentimental durante, al menos, dos años. Explican que ésta comenzó después de que se conocieran en 2007 en la estación de tren de la barriada de San Andrés, en la capital, cuando él trabajaba de vigilante de seguridad y la auxilió tras sufrir un desvanecimiento.

Se asevera que la relación entre ambos fue profundizando y que el sospechoso conoció a toda la familia de la víctima, acudiendo además a las celebraciones familiares. Al respecto, los agentes concluyen que existía una relación sentimental en la que él quería profundizar hasta el matrimonio, algo que, al parecer, no contemplaba la fallecida.

La gargantilla

Por otro lado, los investigadores explican que se realizaron una serie de gestiones en los establecimientos de compraventa de oro para tratar de localizar la gargantilla. Fue entonces cuando, siempre según su informe, descubrieron que el sospechoso había realizado ventas de joyas de mujer entre las que se podría encontrar la citada pieza.

Los agentes recuerdan que esa gargantilla era una parte inseparable del atuendo de María José y que siempre la llevaba encima. Pese a ello insisten en que ésta no se localizó y que, años después del crimen, la persona sobre la cual se ciernen todos los indicios habría vendido en un establecimiento una gargantilla de oro.

En el informe, los guardias civiles enumeran los elementos que les llevan a señalar al hombre como principal sospechoso de la investigación, como el hecho de que no avisara a ningún familiar de María José cuando se marchó de su casa, como le había pedido el hermano de la fallecida. Además, apuntan que, antes de que apareciera el cuerpo, desvió la atención de los investigadores sobre él.

Se asegura que el crimen de María José se produjo entre las 15.10 horas y las 20.30 horas del día de su desaparición. En este sentido, los agentes insisten en que el sospechoso fue la última persona que vio con vida a la víctima, tras estar con ella dos días en su domicilio.

Pese a que el sospechoso declaró que se marchó a las 14.00 horas del 12 de marzo de la casa de la fallecida, los investigadores aseguran que mintió al respecto. Para ello, se basan en la geolocalización de los teléfonos móviles tanto de él como de María José.

A través de este análisis, deducen que el sospechoso abandonó la vivienda de la víctima sobre las 20.30 horas. De hecho, añaden que se llegó a producir una llamada del hermano de la fallecida mediante la que dilucidan que el hombre circulaba en ese momento en sentido hacia su casa en Chilches portando el teléfono de María José.

Geolocalización

Mediante la geolocalización y las llamadas que se fueron registrando, los guardias civiles están convencidos de que el teléfono móvil de la víctima, que no fue localizado, estaría en poder del sospechoso desde la misma tarde de la desaparición. Así, afirman que se lo llevó a la casa en la que él vivía hasta que se quedó sin batería.

A partir de todos estos indicios, los agentes concluyeron que el presunto autor del crimen fue su pareja sentimental. El letrado Lorenzo Segovia explica que se solicitó que los juzgados de Violencia sobre la Mujer tuvieran conocimiento de dicho informe, recayendo la investigación en el número tres de Málaga. Apunta que la jueza, al tener conocimiento de la instrucción policial, citó a declarar como investigado el pasado 8 de febrero al sospechoso. Tras escuchar su declaración y que tanto la Fiscalía como la acusación lo solicitaran, la magistrada ordenó el ingreso en prisión provisional comunicada y sin fianza del sospechoso por un presunto delito de asesinato.Cuestionada sobre este asunto, la abogada que representa al sospechoso no ha querido hacer declaraciones sobre el caso. Pese a ello, sí quiso transmitir que el hombre asegura que se está cometiendo «un gran error».

Finalmente, el abogado Lorenzo Segovia ha querido destacar la profesionalidad de los agentes del Grupo de Homicidios de la Comandancia de Málaga y del Juzgado de Violencia sobre la Mujer número tres de la capital, ya que, «tantos años después, han logrado esclarecer el crimen».

Fuente:  Sur