Comunicado de Prensa: «Evidenciar el trato inadecuado, desigual y discriminatorio que sufren numerosas víctimas de violencia de género no es atacar la independencia judicial»

La Federación de Mujeres Progresistas, la Federación Nacional de Asociaciones de Mujeres Separadas y Divorciadas y Fundación Mujeres nos vemos en la obligación de contestar a las críticas vertidas por la Asociación Profesional de la Magistratura, Jueces por la Democracia, la Asociación Judicial Francisco de Vitoria y el Foro Judicial Independiente, tras la rueda de prensa organizada por nuestras organizaciones el pasado 12 de febrero de 2018.

No entendemos cómo se puede sacar la conclusión de que en nuestra comparecencia ante los medios de comunicación perturbamos la independencia judicial, algo que está fuera del contenido y del  propósito mismo de la rueda de prensa y que no fueron otros que evidenciar las escasas garantías judiciales con las que cuentan en numerosas ocasiones las víctimas de maltrato.

En primer lugar sería  conveniente que estas asociaciones profesionales de la judicatura conocieran cuál ha sido la trayectoria permanente de las organizaciones de mujeres convocantes. Sólo así no les cabría la menor duda de que nuestra lucha se ha centrado, siempre, en la defensa de una autentica independencia judicial, y en un trabajo exhaustivo dedicado exclusivamente a la propuesta de leyes, medidas, organismos, recursos y formación que acabaran de una vez por todas con las desigualdades y la discriminación que persiste y soportan diariamente las mujeres en nuestro país.

Lo que se denunció públicamente el pasado día 12, y volvemos a recordar ahora es que, con frecuencia, las mujeres víctimas de violencia de género reciben un trato judicial inadecuado por su desconsideración y falta de respeto hacia su persona, un respeto que se les debe en la misma medida que ellas lo tienen  con quienes representan a la justicia en nuestro país.

Cuando las mujeres se atreven a denunciar, esperan ser oídas con consideración, no como si fueran responsables de la violencia que padecen. Por tanto, lo expuesto en la rueda de prensa  fue el trato desconsiderado que reciben las justiciables en numerosas ocasiones cuando acuden a los órganos judiciales demandando protección y justicia.

Tenemos que diferir ampliamente con lo que transmite el escrito de las asociaciones judiciales cuando dicen que “los miembros de la carrera judicial destinados en órganos con competencia en violencia sobre la mujer gozan de una formación específica sobre la materia” que se materializa en “un tratamiento especial y diferenciado para las víctimas de violencia de género”, algo que solo muy excepcionalmente ocurre.

Las asociaciones de mujeres pedimos reiteradamente, una vez más el pasado día 12, una formación adecuada e imprescindible de los jueces y juezas para conocer la realidad de la violencia de género, el comportamiento de agresores y víctimas; pero también su capacidad para descubrir lo que ya es voz populi, la denuncia cruzada del maltratador cuando después de “pegar una paliza acude a denunciar un arañazo”.

Estamos en un país libre donde el respeto, la consideración y el empoderamiento atañe por igual a jueces  y justiciables. El número de mujeres y el de los y las menores asesinados nos muestran con más fuerza que la violencia sexista persiste y si hay alguien que debe protestar por ella son las víctimas y la sociedad que lucha por la igualdad, por el entendimiento y la protección de las Leyes a través del quehacer de la justicia.

Organizaciones firmantes:

  • Federación Mujeres Progresistas
  • Federación Nacional de Asociaciones de Mujeres Separadas y Divorciadas
  • Fundación Mujeres